Actividad 16: Investigación e Innovación en Educación

En esta entrada se plantea reflexionar acerca de algún tema de investigación digno de publicar en una revista de educación, aunque desconozco qué tipo de temática o investigación puede ser la más adecuada para este fin.

Entonces me ha venido a la mente una frase del pedagogo Francisco Giner de los Ríos: "Si veis en la escuela niños quietos, callados, que ni ríen ni alborotan, es que están muertos".

También eso me ha hecho recordar la famosa frase de Benjamin Franklin "Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo".

Por eso, a mi parecer, uno de los mayores problemas de la educación en la actualidad es cómo conseguir la motivación del alumno.

Esta tarea no debería recaer sólo en el docente pero al final es al que se le exigen las responsabilidades, por lo que a mí se me ha ocurrido una actividad que podría fomentar la motivación de los estudiantes en general.

La actividad que yo propongo aquí consistiría en dejar que una hora al mes sean los alumnos de un curso superior los que resuelvan ejercicios y/o dudas a los del curso anterior. Por ejemplo, que un viernes al mes los alumnos de Matemáticas de 4º de ESO sean los encargados de resolver dudas o ejercicios a los de 3º de ESO y así sucesivamente. Este proceso de enseñanza-aprendizaje debería darse en grupos pequeños y se debe intentar mantener el orden, cosa que quizá puede ser complicado y de ahí su difícil implantación.

El objetivo de la actividad es que los alumnos de cursos inferiores tengan unos modelos en los que fijarse y decir el día de mañana: "Yo también quiero saber tanto como ellos", aunque sólo sería adecuado si el modelo es bueno, por supuesto. Por otro lado, esto también exige un compromiso por parte de los alumnos de cursos superiores para dar la mejor impresión posible a sus compañeros y ser como "los ídolos" para los alumnos más pequeños.

Con esta simbiosis lo que se quiere resaltar es que todos juntos somos capaces de mejorar la educación.